La Revelación en el Antiguo Testamento

Dios se dirige al hombre, y el hombre, que escucha a Dios, responde por la fe y la obediencia. Llamamos revelación al hecho y al contenido de esta comunicación. Tomada en su totalidad, es un fenómeno complejo que incluye multiplicidad de formas y medios. Dios no habla a la masa, sino que escoge primeramente a un pueblo, y, dentro de él, intermediarios que transmitirán su palabra y en su nombre pedirán una respuesta.

Si el Antiguo Testamento carece de un término técnico para expresar la idea de revelación, la expresión “palabra de Yavé” es la privilegiada. En la teofanías, la manifestación sensible está al servicio de la palabra; lo principal no es el hecho de ver la divinidad, sino el de oír su palabra.

Trazar la historia de la palabra de Dios, es, pues, bosquejar al mismo tiempo la historia de la revelación.